El proceso va condicionado por la elaboración de toda narrativa gráfica. En primer lugar, se trata de visualizar mediante ideas o escritos el argumento que acontecerá en la página, para luego encuadrar la imagen, distribuyendo adecuadamente las viñetas y sus elipsis. A continuación se realiza el boceto de la imagen con lápiz grafito para poder corregir errores o bien, acentuar efectos. El siguiente paso consiste en darle solidez a la imagen con líneas de apoyo y proceder a borrar el grafito. Posteriormente, se rellena la imagen con el entintado. Esto último puede abarcar un gran número de materiales y las posibilidades son múltiples. Finalmente se incluye el texto, lo cual pasaría a segundo plano dando más importancia a lo visual (la imagen). Sin embargo, también es de utilidad como apoyo del arco argumental.